Aunque el selectivo europeo ha caído de una forma abultada durante las últimas cuatro jornadas, la estructura de medio plazo sigue siendo alcista. Y lo seguirá siendo mientras el EUROSTOXX 50 no pierda la zona de los 2.925 puntos, tal y como podemos ver en el siguiente gráfico.
A corto plazo, vemos que los precios han cerrado el hueco alcista dejado el pasado 25 de mayo en los 3.010 puntos, y han marcado un mínimo en los 2.980 puntos.
Por tanto, nuestra visión es sencilla: aunque haya más caídas a corto plazo, seguiremos considerando que la estructura de medio plazo sigue siendo alcista mientras el Eurostoxx 50 no pierda la zona de los 2.925 puntos, y ese es el escenario que consideramos como más probable. En cambio, si la pierde (escenario menos probable), nuestra visión cambiaría y el sesgo pasaría a ser bajista.