Muchos inversores piensan que los mercados no siguen ningún orden o no tienen ninguna lógica, y en parte tienen razón. Por poner un ejemplo, imaginemos un activo que hoy sube un 1%, al día siguiente sube un 2% al calor de la publicación de sus resultados, y al siguiente baja un 3% y anula las subidas anteriores por la publicación de tensiones geopolíticas crecientes entre dos países…. ¿Te suena esto verdad?.
Sin embargo, si analizamos la estructura y secuencia de los precios durante un tiempo considerable, quizás sí podamos ver la dirección implícita que sigue ese activo. Veámoslo con un ejemplo real:
Gráfico diario del Eurostoxx octubre 2013-octubre 2014
En este primer gráfico, vemos que la evolución diaria del principal índice europeo DJ Eurostoxx está sujeta a unos vaivenes continuos e incluso erráticos que impiden ver con facilidad y claridad la tendencia que siguen los precios en el medio plazo.
Gráfico semanal del Eurostoxx mayo2012-octubre2014
Sin embargo, en este segundo gráfico de escala semanal, vemos más clara la evolución del índice, cuya tendencia o dirección a medio plazo se muestra claramente alcista representada por la línea azul discontinua. La zona sombreada en azul claro, muestra el “ruido o movimiento desordenado de corto plazo” que acompaña al precio, y viene representado por una banda de fluctuación alrededor de una media sobre la cual los precios van zigzagueando cada día al calor de las noticias. A la vista está que dichos movimientos se muestran poco trascendentales para la evolución del valor a medio plazo, y son la razón por la que muchos inversores no consiguen ver o entender que los precios sigan una dirección y un orden en el medio y largo plazo.
Llegados a este punto, es importante saber que la evolución de la cotización de cualquier activo está formada por dos ingredientes:
1.Uno es la dirección o tendencia implícita que lleva ese activo, y es la parte que sí registra un orden, por difícil que sea verlo. Incluso es lógico que se muestre oculto o escondido, pues de otra manera cualquiera podría verlo y quitaría mucha complejidad a este negocio de invertir en bolsa;
2.Y el otro es el ruido o caos que le acompaña, que es el que dificulta ver la dirección implícita del valor. Esta parte no registra ningún orden y de ahí el vaivén continuo hacia arriba y hacia abajo de la cotización del valor. Esta parte se nutre de toda la batería diaria de noticias e información que acompaña tanto a la empresa en cuestión, como a la economía en general. En otras palabras, cada día hay noticias de sobra para producir “ruido o vaivenes sinsentido” en la evolución de cualquier valor.
De esta manera, cuanto más a corto plazo seguimos el precio o cotización de un activo, más desorden y ruido hay, y más difícil es darnos cuenta de la dirección que sigue realmente el precio. Por el contrario, conforme alargamos el horizonte temporal, el ruido bursátil se diluye y la dirección o tendencia se aprecia de forma más clara.
Por esta razón yo invierto a medio plazo y utilizo gráficos semanales y mensuales, ya que en este marco temporal es donde el movimiento de los precios se muestra más claro y se puede observar mejor la tendencia. Además, seguir los mercados en el medio plazo aporta claridad, y esto da mucha seguridad en los análisis, lo cual es de gran ayuda para evitar entrar en un estado de ánimo preso de la duda ante la enorme cantidad de noticias, análisis y opiniones que en muchos casos difieren de las de uno mismo.
Todo esto es de suma importancia para el inversor, pues acertar en bolsa se basa en gran medida en detectar la dirección del mercado e invertir a favor de la misma, tal y como trataremos en los dos apartados siguientes.
En resumen, en los mercados financieros no todo es caos, sino que existe el orden, aunque a veces sea difícil apreciarlo. Si solo vemos desorden o movimientos sin dirección alguna, es porque estamos mirando muy de cerca al mercado. Pero como en muchas cosas de la vida, si nos alejamos y cogemos perspectiva, quizás podamos apreciar el orden que hay dentro del movimiento.
Muchos inversores quieren entender cada día por qué han fluctuado los precios en una determinada dirección, pero en mi opinión esa pregunta no aporta valor o no nos lleva a ningún sitio importante. La pregunta es siempre si la tendencia en la que invertimos ha cambiado o no, y esto requiere ver la estructura de precios en su conjunto.