En nuestra entrada del pasado 12 de enero de 2015, considerábamos la bolsa española como una de nuestras inversiones preferidas para este año, en base a la exposición de una serie de argumentos económicos y técnicos.
Entre los primeros, destacábamos la previsión de crecimiento del PIB cercano al 3% para este año y el que viene, junto con una creación de empleo de más de un millón de puestos de trabajo en dos años, así como una prima de riesgo en los entornos de los 100 puntos básicos que refleja la confianza de los inversores en nuestra deuda pública. A esto tenemos que añadir el enorme impacto bursátil al alza que va a suponer la inyección de liquidez de más de un billón de euros por parte del BCE a través del programa de la QE (que desarrollamos en la entrada de fecha 2 de febrero de 2014) y que es simplemente gasolina para las bolsas europeas, así como un nuevo escenario de petróleo en zonas de 50 dólares y una fuerte depreciación del euro que favorece nuestras exportaciones. Todos estos factores confieren a la bolsa europea en general y a la española en particular, un fuerte potencial alcista en las valoraciones económicas de las empresas y por tanto de la bolsa a través de su índice selectivo español IBEX 35.
Parece que va llegando el momento, toda vez que la crisis de Ucrania se va arreglando (por el momento), al igual que ocurre con la crisis griega donde parece que también se están encontrando puntos de encuentro entre los dirigentes europeos y griegos. No obstante lo anterior, estamos pendientes de las noticias que llegan de estas negociaciones de Grecia pues compraremos una vez que se "despeje el horizonte" o cancelaremos las compras si salen muchos nubarrones. Ya veremos, habrá que estar encima.